
Entrevistamos a Robert Sanahuja, expresidente de la Asociación española de Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios (www.afepadi.org) durante más de 10 años y exvicepresidente de la European Health Products Manufacturers (EHPM) (www.ehpm.org).
Actualmente Robert Sanahuja, con más de 20 años de experiencia en el sector de los complementos alimenticios. dirige el área de asesoramiento corporativo a empresas del sector en GARAL GROUP CAPITAL CONSULTING.
- En primer lugar, ¿los “complementos alimenticios” también se consideran medicamentos?
No, son dos tipos de productos que tienen una regulación específica claramente diferenciada.
En pocas palabras, los complementos son productos alimenticios consistentes en fuentes concentradas de nutrientes que se presentan con la finalidad de complementar la ingesta de tales nutrientes en la dieta normal, mientras que los medicamentos son sustancias que se presentan con propiedades curativas o preventivas con respecto a las enfermedades.
Los complementos, en general, tienen componentes que no son de síntesis química tales como vitaminas, minerales, plantas,… En cambio, los medicamentos, en general, contienen principios activos obtenidos por síntesis química.
- ¿Cuál ha sido la evolución del consumo de complementos alimenticios en España en los últimos años?
El concepto de complemento alimenticio como categoría es relativamente nuevo, quizás de hace no mucho más de 20 años. Pero mucho antes ya existían en el mercado español este tipo de productos y eran objeto de consumo aunque de forma mucho más limitada.
En España el uso de los complementos alimenticios experimentó un notable auge hace algo más de 30 años con la entrada en el país de productos provenientes de otros países europeos, especialmente Francia, Italia y Países Bajos, que supusieron el germen de los productos que hoy actualmente conocemos. Fue ello tan novedoso que, ante la falta de una legislación reguladora, se produjeron numerosos desencuentros con las autoridades sanitarias españolas.
A modo de ejemplo el crecimiento de ventas de complementos alimenticios en España en los últimos años se sitúa en una tasa media del 6%, de forma sostenida. A pesar de que en 2020 se ha alcanzado una tasa del 12%, la situación excepcional de este año con la pandemia covid-19 no permite proyectar este crecimiento a futuro.
En España las tasa de consumo de este tipo de productos por habitante era muy baja en comparación con Europa, pero en la actualidad ya estamos acercándonos a niveles de otros países europeos de más larga tradición. Queda todavía bastante margen de crecimiento en un mercado de casi 50 millones de habitantes.
- ¿Cuáles son los principales actores en la industria de los complementos alimenticios en España?
Tradicionalmente las empresas que se dedicaban a la producción y comercialización de los productos dietéticos eran prácticamente las únicas que ocupaban el mercado, operando en un canal de venta muy limitado-los herbolarios- y por tanto con una expansión muy limitada.
A medida que han pasado los años una mayor demanda de los consumidores y la apertura de otros canales de venta- la farmacia, la parafarmacia y online, favorecieron no sólo el desarrollo de las empresas españolas tradicionales, sino también la entrada de empresas extranjeras, sobretodo europeas, y además el interés de empresas de otros sectores relacionados con la salud como las farmacéuticas y las empresas de alimentación tradicional.
- ¿A qué se debe el interés del sector farmacéutico en el negocio de los complementos alimenticios?
Los complementos alimenticios “están de moda”. Aunque, con otro nombre y presentaciones más sencillas, han estado presentes en el mercado español hace 80 años, y el consumidor aprecia cada vez más estos productos que ayudan a la salud y al bienestar.
El sector farmacéutico mucho más maduro en lo que se refiere a productos para la salud quiere también dar respuesta a estos consumidores partiendo de su experiencia consolidada en temas de salud. Los complementos alimenticios no son antagonistas a los medicamentos, tienen otra función que es la de ayudar a mantenerse saludable.
Que duda cabe que, para empresas del sector farmacéutico, incorporar nuevos productos y abrir nuevas líneas de negocio tiene su interés.